En el período de 1976-1982 con la llegada de los militares en la Argentina, el Rock nacional cae en la era más oscura de la historia para nuestro país y así comienza la peor parte para los músicos a través de la persecución, asfixia y exilio para aquellos que desarrollaban mensajes liberales en sus letras y se veían presionados o tentados a rebelarse contra esta autoridad.
En la música en general, la dictadura estableció un vinculo de tensión y hostigamiento. Sobre algunos géneros más que con otros. Tuvo una relación cordial con el tango o con algunas figuras representativas del género y violenta con el folclore, especialmente con el llamado del nuevo cancionero como César Isella o Mercedes Sosa.
Ser rockero era sinónimo de subversivo. Esto quedó registrado en el discurso que brindó el almirante Emilio Massera el 25 de noviembre en la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad del Salvador. El estremecimiento de la fe terrorista, derivación previsible de una escalada sensorial de nítido itinerario continúa con el amor promiscuo, se prolonga en las drogas alucinógenas y en la ruptura de los últimos lazos con la realidad objetiva, común y desemboca al fin en la muerte, la ajena o en la propia, poco importa ya que la destrucción estará justificada por la redención social", sostenía Massera frente a los alumnos.
Muchos músicos se tuvieron exiliar hacia Estados Unidos, México y Europa. León Gieco contó que viviendo en el exterior, tomaron conciencia de lo que pasaba en la Argentina gracias a la información que manejaban los organismos de derechos humanos, principalmente en Europa. Los que volvieron, la mayoría de ellos antes del 83, lo hicieron con los temores que se habían ido y con una idea más firme de los que sucedía.
El poder de prohibir: La Junta Militar armó "listas negras" con las canciones que no se podían emitir en los medios de comunicación. Charly García optó por el sentido más poético y así logró la difusión de sus canciones. Sobre el tema, las letras de las canciones apelaban a las alegorías o metáfora y no al mensaje directo. Charly fue un gran crítico de costumbres, tuvo la valentía y la agudeza para traducir en sus canciones ese clima de la época de asfixia. Uno escucha la letra de "Viernes 3 am" y experimenta una sensación de ahogo, lo mismo pasa con "Alicia en el país" y en otras canciones. Los recitales de rock de la época eran un refugio, un lugar donde los jóvenes se juntaban en medio de tanto silencio, para escuchar música. Como dice Luis Alberto Spinetta en la canción "Cantata de puentes amarillos": "Aunque me fuercen yo nunca voy a decir que todo tiempo por pasado fue mejor ¡Mañana es mejor!"
https://youtu.be/AveFU7jMPR0
https://youtu.be/UILQU0VEWII
https://youtu.be/7ksmDmDEAq0
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